Gloria Trevi tiene claro que con su nuevo disco tiene que hacer realidad su sueño de triunfar a lo grande en España. Vista la acogida que ha tenido en su México natal Una rosa blu, no le queda ninguna duda. “Yo avisé a mis compatriotas”, cuenta emocionada. “Les dije: ‘va a formar parte del soundtrack de sus vidas”, y así está siendo. Así que ahora voy para allá sabiendo que les va a robar el corazón, que lo van a adorar, que tendrán que tener una copia en el carro, otra en casa y otra en la oficina...”.
Bueno, bueno, ¡tranquila, mujer, poco a poco! Es que se embala y no hay quien pueda con ella. Quedan muy atrás los duros momentos provocados por un escándalo de corrupción de menores que le salpicó, ¡y cómo! Una vez probada su inocencia, empezó una nueva etapa artística en 2004, mucho más segura y optimista que nunca. Y conectada como nunca con su público gay, el que le da el primer empujón a todos sus discos.
“Es que en el mundo gay tienen muy buen oído y un gran gusto musical, siempre me lo demuestran”, y acto seguido suelta una enorme carcajada. “Con el público gay español el amor ha sido hasta ahora platónico, ha llegado el momento de hacerlo carnal”.
Ya fue reina del Orgullo en DF en 2006, y ahora pretende ser coronada en nuestro país. “Va a estar impresionantemente bonita la experiencia”, da por hecho. Aunque no podrá compartirla con sus más íntimos amigos gays mexicanos (“mis hadas madrinas”), porque andan ya nerviosos preparando el look de la Trevi para su boda. “Me caso a finales de año, con catedral y todo. Quiero ir muy elegante... pero nada sencilla”.
ESPECTÁCULO Y PASIÓN
No es de extrañar que se niegue a ir sencilla en su próxima boda. Porque ¿cuándo se ha mostrado Gloria Trevi sencilla? “Si te dedicas al espectáculo tienes que ir siempre espectacular. Aunque eso no significa que descuide el sentimiento: necesito ponerle a la gente la piel de gallina con mi música, lo mío no es únicamente pirotecnia, también ofrezco pasión”. Y empeño por conseguir que sus sueños se hagan realidad cueste lo que cueste. “Por eso voy para España”, comenta con una risa traviesa. “Soy Acuario, muy idealista, apunto alto con mis sueños.
En los momentos más difíciles siempre he puesto la vista en cosas hermosas y llenas de luz, consciente de que las experiencias duras te hacen más fuerte y te permiten llegar más lejos. ¡Por eso soy tan terca! Y aunque me estén pateando, yo pienso lo que canto en Todos me miran, que todos me van a acabar por querer, ‘algunos con envidia, pero al final todos me amarán”. Y que nadie intente convencerla de lo contrario.
Bueno, bueno, ¡tranquila, mujer, poco a poco! Es que se embala y no hay quien pueda con ella. Quedan muy atrás los duros momentos provocados por un escándalo de corrupción de menores que le salpicó, ¡y cómo! Una vez probada su inocencia, empezó una nueva etapa artística en 2004, mucho más segura y optimista que nunca. Y conectada como nunca con su público gay, el que le da el primer empujón a todos sus discos.
“Es que en el mundo gay tienen muy buen oído y un gran gusto musical, siempre me lo demuestran”, y acto seguido suelta una enorme carcajada. “Con el público gay español el amor ha sido hasta ahora platónico, ha llegado el momento de hacerlo carnal”.
Ya fue reina del Orgullo en DF en 2006, y ahora pretende ser coronada en nuestro país. “Va a estar impresionantemente bonita la experiencia”, da por hecho. Aunque no podrá compartirla con sus más íntimos amigos gays mexicanos (“mis hadas madrinas”), porque andan ya nerviosos preparando el look de la Trevi para su boda. “Me caso a finales de año, con catedral y todo. Quiero ir muy elegante... pero nada sencilla”.
ESPECTÁCULO Y PASIÓN
No es de extrañar que se niegue a ir sencilla en su próxima boda. Porque ¿cuándo se ha mostrado Gloria Trevi sencilla? “Si te dedicas al espectáculo tienes que ir siempre espectacular. Aunque eso no significa que descuide el sentimiento: necesito ponerle a la gente la piel de gallina con mi música, lo mío no es únicamente pirotecnia, también ofrezco pasión”. Y empeño por conseguir que sus sueños se hagan realidad cueste lo que cueste. “Por eso voy para España”, comenta con una risa traviesa. “Soy Acuario, muy idealista, apunto alto con mis sueños.
En los momentos más difíciles siempre he puesto la vista en cosas hermosas y llenas de luz, consciente de que las experiencias duras te hacen más fuerte y te permiten llegar más lejos. ¡Por eso soy tan terca! Y aunque me estén pateando, yo pienso lo que canto en Todos me miran, que todos me van a acabar por querer, ‘algunos con envidia, pero al final todos me amarán”. Y que nadie intente convencerla de lo contrario.